Cal Manel
Albergue en Pedraforca
SOSTENIBLE
Cal Manel ha sido restaurado bajo un concepto principal, el de ser un albergue respetuoso con su maravilloso entorno. Se ha recuperado bajo el uso de materiales y productos con el menor impacto ecológico y funciona con energías renovables.
INCLUSIVO
La filosofía de Cal Manel es hacer que todos sus visitantes se sientan tan cómodos como en casa. Por eso, apuesta por espacios adaptados, servicios compartidos por todos los visitantes y la aceptación de animales de compañía.
DEPORTIVO
Cal Manel es un espacio ideal para aquellos que deseen disfrutar al máximo de la experiencia de la montaña. Con servicios exclusivos pensados para las necesidades específicas de excursionistas, alpinistas y ciclistas.
NUESTRA HISTORIA
En el pueblo de Saldes, en el corazón del Berguedà, respirando la magia de un entorno natural majestuoso y único, estaba el hostal familiar Cal Manuel. Durante tres generaciones, ese rincón se convirtió en lugar de encuentro y reunión para la gente local y refugio caluroso y familiar para los visitantes. Un espacio que a veces era fonda, a veces restaurante, que muchos utilizaban como videoclub y que en el fondo era el centro cívico de un pueblo de Saldes que, a raíz del cierre de las minas en 1989, fue perdiendo actividad, energía y habitantes. El corazón de Cal Manuel siempre había latido al ritmo del de Saldes y, tan sólo 10 años más tarde del inicio de este declive, decidió detenerse.
Desde el 2000, año en que Cal Manuel cerró sus puertas, muchas cosas han cambiado en Saldes. Pero el pueblo sigue siendo el mismo lugar mágico y místico y la figura inmensa de la horca sigue dibujando un paisaje maravilloso. Por eso, 15 años después, un grupo de amigos muy vinculados al pueblo decidieron reavivar este espacio lúdico que mantenía viva la llama de Saldes.
Si antes el motor de Cal Manuel era la explotación de los recursos naturales que ocultaban las montañas de Saldes. Ahora la vida del nuevo albergue gira en torno a unos recursos mucho más espirituales. Cal Manel es un espacio en el que sus huéspedes se dedican a extraer de su interior paz, calma y bienestar.
El albergue ha vuelto a convertirse en una referencia para la gente de Saldes, a la vez que un alojamiento de calidad, acogedor y sencillo para excursionistas y deportistas. Boletaires, ciclistas, montañeros o, simplemente, personas y familias que buscan desconectar en la falda del Pedraforca, encuentran en Cal Manel todo tipo de servicios en un edificio remodelado siguiendo criterios de sostenibilidad y respeto del entorno.
En Cal Manel, el ciclista tiene un parking donde limpiar y reparar su bicicleta. Los grupos tienen una sala polivalente. Los niños pueden llevar a sus animales de compañía y los padres pueden conocer y profundizar en terapias naturales y alternativas. Y todo en un espacio en el que su filosofía sostenible se demuestra con su integración con el entorno, la eficiencia energética de su edificio y el consumo de productos de proximidad.